A partir de la entrada anterior sobre Principio de Alternancia, debemos entonces realizar la respectiva contemplación de las raíces que poseen, dentro de un lenguaje “lubicziano”, las características de funciones, pero además han sido consideradas desde antiguo como sagradas, me refiero a la raíz de 2, 3 y 5.

Construyendo √2, √3 y √5
“ Parece que el poder divisor y transformador de la raíz debe ser visto al mismo tiempo como el poder que une y sintetiza, tales principios que a menudo demuestra los dos polos u oposición del uno solo”[1]
Bajo este comentario de Lawlor, subyace lo que explica Schwaller de Lubicz; la capacidad de ciertos números de demostrar como aquellas fuerzas; complementarias y opositoras; son las que dan forma a nuestra realidad, y a su vez son “manipuladas” por una especie de “moldes” o potencias que le dan la forma que vemos o experimentamos, estas potencias son las que llamaron los antiguos egipcios Neterus, y que fue falazmente traducido como dioses.
Es así como Schwaller postula que estos números no son más que funciones, que parten de esta energía primera , Dios, encargados de dar orden y forma al caos y dar paso al Cosmos. El ser humano es el único capaz conscientemente de percibir; y de que le sea revelado; el accionar de estas potencias y a su vez el único capaz de “ver” la accion constante del Uno en su creación. Esto nos lleva, como ya comentamos, a que estas potencias o principios cósmicos que construyen nuestro mundo son los mismo que lo hacen compresible a nosotros, es por eso que podemos identificar, “fácilmente”, principios orgánicos, que Schwaller describe como fertilización, gestación o embarazo, nacimiento, crecimiento, madurez, digestión, muerte, renacimiento y renovación. Pero más allá de estos hay unos que no poseen un simbolismo equivalente a las formas presentes en el mundo material y por tanto se debe acudir a los números, como de los pocos símbolos, que nos permite entender la comunicación que proviene de las fuerzas más profundas que rigen lo creado.
Y es aquí en donde las raíces de 2, 3 y 5 en sus trazados simples nos permite comprender el paso de un reino de la naturaleza a otro ( del mineral al vegetal por ejemplo) o comprender como está constituida la escala musical, o dar forma a los sólidos regulares platónicos, grandes protectores de la forma a nivel microscomico ( moléculas y formas de vida más diminutas, incluyendo también a los virus) como en lo macrocosmico, configuración de las orbitas de los planetas, estrellas, galaxias en incluso la forma de estas ultimas. Pasemos entonces a construir el trazado de las tres principales raíces
Trazado √2, √3 y √5
Raiz de 5. Tracemos entonces un doble cuadrado, lo que nos da un rectángulo 2:1 que llamamos ABCD con una biseccionado en EF

Ubicamos el centro que llamamos G, y con radio GB trazamos un arco. Dicho arco debe interceptarse con la prolongación del eje EF.


Trazamos así la diagonal que nos dio el radio del arco, diagonal BGC que es igual a √5
De este modo podemos construir un rectángulo √5 prolongando las líneas AB y uniéndolas con la línea HK ( fig. 4). Vale acotar que este rectángulo √5 es el mismo que se encuentra en la cámara del rey de la gran pirámide y que nos permite obtener el triángulo sagrado 3,4,5

Raíz de 2 y raíz de 3, son dos trazados simples, en el primer caso trazamos un cuadrado y dentro de él trazamos una diagonal.

En el caso de raíz de 3 debemos hacer uso de la construcción del vesica, luego de construido la línea vertical que une la intersección de los dos círculos es √3 .

Si observamos bien, la relación de estas tres raíces es aquella necesaria para la formación de los sólidos Platónicos la cuales son la base de todas las formas volumétricas, pero además 2, 3 y 5 son los únicos numeros requeridos para la división de la octava dentro de la escala musical, y esto nos permite comenzar a ver la relación de la geometría y la música que conllevara que en muchas obras arquitectónicas, como la catedral de Chartres, estemos ante una sinfonía congelada en piedra. Es así, sin temor a dudas, que podemos aceptar que estas raíces son la trinidad de los principios generativos, por tanto, una correlación directa entre el Azufre, Mercurio y Sal de los alquimistas.
Tracemos entonces de forma conjunta las tres raíces:
Empecemos con un cuadrado, en el cual trazamos una diagonal (√2) ( ver Fig 5). Luego a este cuadrado, debajo de él, trazamos otro y de allí trazamos otra diagonal (√5) ( fig 7)


Ahora utilizando el mismo valor de lado de uno de los cuadrados como radio ( r=l) trazamos dos círculos que darán nacimiento al vesica, estos dos círculos tendrán como centro la intersección de los dos cuadrados, que es lo mismo que la línea media del rectángulo, una vez construido el vesica trazamos la línea vertical desde los dos puntos de intersección de los círculos ( √3) ( Fig 8). Es así como un trazado simple con el uso de “ los elementos principales de la geometría sagrada, el circulo y el cuadrado, en el acto de auto división dan nacimiento a las tres raíces sagradas” [2].
Otra forma de realizar este trazado es el mostrado a continuación ( fig 9), en donde a partir del cuadrado; y siguiendo lo expuesto en el principio de alternancia; nos permite ver la relación de las tres raíces, las cuales, desde el punto de vista de las sociedades tradicionales, siempre han sido consideradas como poderes generativos, o principios dinámicos a través de los cuales las formas aparecen y cambia una dentro de otra, este cambio es el primer atisbo del paso del reino mineral al vegetal, y con otras consideraciones e implicaciones, permite vislumbrar el mismo paso del vegetal al animal, esto no es evolución sino la revelación de que el orden del cosmos y los cambios que este produce se dan a causa de una fuerza interna e innerente a la creacion que no es otra cosa que la conciencia.

Desde un aspecto metafisico podemos considerar que si observamos bien el trazado de la figura 9 , se percibe que la raíz de 5 atraviesa los dos mundos, indicado por el cuadrado superior e inferior, es decir el mundo del alma y el mundo del cuerpo, y que tiene un principio en ese punto que intercepta los círculos del vesica con el cuadrado superior, es decir que de esa escisión primordial (vesica), verdadero y único misterio según de Lubicz; se da origen a las bases de todo el cuerpo o cosmos por intervención del espíritu. Pero, además; y es este uno de los significados metafísicos mejor comprendido por los antiguos maestros constructores; en raíz de cinco figuraría entonces toda forma de vinculación o principios mediadores entre estos extremos cósmicos (espiritu y materia) la consideraremos entonces como Cristo o el «Principio crístico». a este punto debemos tener presente la imagen de Cristo dentro del vesica reproducida en los portales de las catedrales goticas.
El Padre a través del hijo y la ordenación de lo creado.
En los portales y tímpanos de las iglesias románicas y catedrales góticas; en forma general, encontramos a Cristo pantocrátor o en gloria rodeado del vesica, en otros casos a su vez rodeado de las cuatro queribines, el cual es un modelo del cosmos, que como ya expusimos, estaría cifrado en la Jerusalén celeste o la sagrada oblación. En este tipo de imágenes; como la que se encuentra en la catedral de Chartres, que reproducimos a continuación en la Fig 11, podremos ver la presencia de las tres raíces, lo que nos coloca en la exposición simbólica de Cristo como principio regente y ordenador del universo.


Como vemos (Fig 12), Cristo al estar en medio del Vesica nos muestra de donde proviene, es decir el Hijo; que como segunda persona, tiene su origen en el Padre, lo que significa que su fuente estaría en ese Primer Mundo. A su vez Él da orden a lo creado y se puede reconocer en el cuadrado superior desde la cabeza hasta la rodilla ( figura 13) de donde se obtiene raíz de 2. Orden que otorgaría al mundo psíquico, o el mundo de las ideas, ese segundo mundo, mundo intermedio. Luego en la parte inferior desde la rodilla hasta los pies estaría el otro cuadrado que nos permitiría trazar raíz de 5 ( fig 14), lo que otorgaría el orden sobre el mundo material, físico, por tanto, el de la consolidación de los modelos o ideales del mundo intermedio, seria este el tercer mundo. Como vemos Cristo; desde su origen en el vesica lugar o asiento de la divina en el mundo espiritual; traspasa los otros dos mundos, congregando todo en si mismo, es decir la unidad en la multiplicidad, y en consecuencia, dando significado a todo (fig 15), de esta forma también se estaría representando los tres mundos que eran bien entendido para nuestros antepasados

Este significado metafísico fue bien comprendido, incluso con aspectos más profundos, por parte de los maestros constructores, por los contemplativos y grupos monásticos em la Edad Media, a nuestros ojos de forma más encriptada, en ese jeroglífico conocido como el triple recinto.
El triple recinto su significado en el esoterismo cristiano
El significado profundo expuesto por el triple recinto; y que es también el mismo que se expone por la superposición de √2, √3 y √5 en las esculturas de Cristo Salvador dentro del vesica; es explicado por L Charboneau Lassay de la siguiente forma : “ todos saben que, para el hermetismo occidental en general y para el simbolismo cristiano de las figuras geométricas, el cuadrado representa el mundo, es decir es literalmente el Mappa Mundi, el mapa del mundo, nuestro mappemonde, el planisferio terrestre y celeste, que es así, tres cuadrados inscritos uno dentro de otro, con un centro único, es decir formando un mismo conjunto, representan los tres mundos de las enciclopedias de la Edad Media: El mundo terrestre donde vivimos, el mundo del firmamento donde las estrellas llevan sus globos radiantes en rutas inmutables de gloria, y finalmente el mundo celestial y divino donde reside Dios y, con Él, el espíritu puro.
En el Triple Recinto se prestaba admirablemente al simbolismo del alcance redentor: la cruz, que lo atraviesa en dos tercios, muestra la eficacia directa del sacrificio del Calvario en los mundos terrestre y astronómico, pero se detiene en el umbral del angélico y mundo divino, que no necesita redención”[3]

Esto último que explica Charbonneau Lassay aplica a la superposición de las tres raíces en la imagen del Cristo en Gloria en el vesica, raíz de 3 se ubica en el vesica, representación del mundo divino, de allí se parte y se obtiene raíz de 2 y 5, ordenamiento y articulación del cosmos a partir del espíritu. Por último, esto también se sintetiza en el libro que posee Cristo en las manos ( Fig 11), que es un rectángulo que nos da un triangulo sagrado 3, 4, 5 el cual es la medida armónica del universo, y es símbolo de la síntesis del todo que se encuentra en el Verbo.

El Grial y las tres mesas.
Antes de finalizar esta entrada quisiera hacer mención a un comentario; por demás interesante; que transcribe ese escritor de fino hilar, y que su nombre siempre me ha parecido un seudónimo y un guiño a las corporaciones del oficio, me refiero a Louis Charpentier. En su legendario libro El misterio de la Catedral de Chartres transcribe unas palabras del no menos legendario Raoul Vergez, compañero carpintero de los Deberes, conocido como Beranes el Amigo de la Vuelta a Francia, autor de no menos enigmáticos libros[4], Charpentier lo cita de la siguiente forma “Habló y, no sé ya a propósito de qué, citó el enigma tradicional: -Tres tablas llevaron el Grial: una tabla redondea, una tabla cuadrada y una tabla rectangular. Las tres tienen una misma superficie y su Número es el 21.”
Esta frase es un claro simbolismo geométrico, Charpentier da las claves de su significado, pareciéndome solo en forma parcial, ya que se enfoca en exponer que estas tablas estan visualmente expuestas en las plantas de ciertas iglesias y catedrales así como su presencia en el altar, ejemplificado en las plantas rectangulares de antiguos templos egipcios y griegos además del coro rectangular en al catedral de Chartres, de igual forma haciendo alusión a la tabla redonda a aquellas iglesias Templarias de plantas circulares, como ya comente, esto parece incompleto.
Para poder comprenderlo del todo hay que considerar otras claves, en esto Charpentier aporta una bien interesante, y es al final de la frase cuando se refiere al numero 21, debe leerse como 2 y 1. Es esta la misma proporción que relaciona al círculo externo e interno que contiene y es contenedor del Vesica, siendo este ultimo la base inicial para el trazado de raíz de 3 y a posterior de raíz de 2 y 5, además si consideramos lo expuesto en la construcción de raíz de 5 vemos que este se basa en un rectángulo 2:1, dicho rectángulo, al que Charpentier también hace referencia, nos permite al sumar la diagonal (√5) a la base (1) y dividirla por la longitud (2) obtener el numero Áureo o fi= 1,618 = [(√5+1)/2], lo que permite también ( como veremos en la siguiente entrada ) la construcción del pentágono o pentalfa, clave pitagórica de la construcción de Templos. Es así como la frase del maestro Vergez es una clave de construcción, es decir el uso de las tres raíces que nacen por el trazado de un cuadrado (√2) (tabla cuadrada), un rectángulo (√5) (tabla rectangular) superpuesto a una tabla redonda (√3) (Vesica, figura geométrica no trazada en los planos de construcción por tanto oculta, representación del mundo del espíritu detrás de la materia) que nos da las herramientas para la construcción del Templo, que no es otra cosa sino el recipiente del espíritu en la tierra, por tanto igual al Grial, a la Rosa, al Corazón de Cristo, todos contenedores de Su Sangre.
Jhon Carrera
[1] Lawlor, Rober, on Sacred Geometry. Thames and Hudson magazine
[2] Lawlor op. cit
[3] Charbonneau-Lassay, L. The Vulnerary of Christ. Angelico Press 2020
[4] Les Tours inachevées y La Pendule à Salomon