En todas las tradiciones[1] se nos menciona la ciclicidad del tiempo, así del lado occidental no es otro sino Platón el que nos da las claves de lo que se ha conocido como el gran año[2], pero es también el profeta Daniel[3] quien nos da una figuración simbólica del mismo a través del sueño de Nabucodonosor.
Una de las consecuencias del Kali yuga – la edad oscura, edad de hierro o los pies de barro del sueño interpretado por el profeta Daniel- ha sido el literalismo y la consideraciones materialistas y decaídas de la tradición, así se llegó a creer que por la ciclicidad del tiempo todo tipo de acontecimiento se repiten en parámetros de tiempo establecidos que por tanto anulan el libre arbitrio humano, es así como este tipo de ideas dieron cabida al nacimiento del dualismo extremo, que es propio de esta era.

Por otro lado, diferentes personajes, desde el mismo Platón hasta nuestros días con el Padre Leonardo Castellani, han traído luz sobre el asunto haciendo claro que el tiempo se comportaría más como una gran espiral (movimiento espiraloide) ,por otro lado está la explicación del tiempo en términos de Cronos, Kairós y Aión, desde mi punto de vista el tiempo espiraloide es la superposición de estos tres.
Bajo esta misma idea, Schwaller de Lubicz, propuso – o tal vez hizo que esto fuera de conocimiento general -que el tiempo y el espacio eran simplemente lo mismo, aspecto que de forma esotérica es planteada en las diferentes tradiciones y que en el cristianismo se expone en la caída, es decir en la entrada del hombre al reino del tiempo, que no es otro que el número 6 desde el lado pitagórico ( primera de las claves para entender el significado del número 666). Por tanto, para Schwaller lograr la intuición que nos lleve verdaderamente a comprender como la creación tuvo lugar, como esta es la condensación del espíritu y de cómo el tiempo es ella misma, se debe meditar en lo que él llama la visión de la espiral- esférica
“¡Ah, […] la visión de la espiral esférica, la verdadera visión del espacio! Muy esquivo, hay que practicarlo. Importante porque es la representación justa del tiempo-espacio, abstraída del flujo infinito y la extensión que nos atrae hacia los hechos. La espiral esférica es imposible de imaginar, debes verla convertirse en el espacio”[4]

Es así como en esta entrada mi intención es exponer una serie de consideraciones extraída del pensamiento y obra de Schwaller de Lubicz sobre que correlación tiene el tiempo que vivimos con lo sucedido hace 2 mil años, que nos llevara a plantear la similitud entre gnosticismo y tranhumanismo, así como evidenciar que estamos ante un cambio de era y lo que nos depararía el final de esta si continuamos en el proceso decadente, con su caída libre, que vivimos.
Tiempo espiraloide y la vivencia de la condición anterior en un estadio superior o inferior.
Por lo antes expuesto, entonces se plantea inevitablemente considerar en que etapa podemos encontrarnos, si vemos el pasado buscaremos una situación similar en este ciclo histórico, tarea nada fácil, que nos permita entender en que forma el cambio de ciclo pueda ser sobrellevado y pueda la civilización ser levantada de nuevo sin tanto escollo. Pero hay un detalle; hasta donde sabemos no tenemos registro de una civilización global en el pasado ( si ignoramos todo lo referente a la Atlántida) por tanto estaremos entonces en una posibilidad parcial de comprender verdaderamente ante que nos enfrentamos. A pesar de eso, no me freno en plantear las posibilidades de que estamos repitiendo en un estadio inferior y decaído lo vivido hace dos milenios en los siglos de nacimiento del cristianismo.
Es Schwaller de Lubicz quien en su libro “le roi de la thécratie Pharaonique”[5] hace un comentario que nos da pie para la especulación que presentamos en esta entrada. Al repasar lo que fue el nacimiento de la mente racional (mente cerebral como él le llamó) Schwaller se pasea por los antiguos filósofos griegos para demostrar la disyuntiva entre una visión espiritual, pitagórica y platónica versus otra que empezaba a ser materialista y atomista ( con Zenón de Elea a la cabeza), es así como en un párrafo hace un comentario que nos parece clave para iniciar nuestra exposición:
“Este período que marca el comienzo de nuestra historia de la ciencia moderna y de la filosofía del Renacimiento es ciertamente un tiempo curioso. aparece como una especie de reflejo… de un período análogo del 600 al 300 aC. Rico en hombres que escribieron su nombre la historia por su dominio en todas las áreas del pensamiento: Nicolas de Cusa, Marsilo Ficcino, Picco de la Mirandola quienes revivieron El platonismo y el pitagorismo en Europa… Paracelso, Jakob Boehme, el escéptico Maquiavelo, Leonardo Da Vinci, Copérnico, Galileo, Kepler, etc. Reaparece el espíritu de Pitágoras, la revuelta contra el ostracismo religioso y la desviación de lo puro (no raciocinio). Recorrido hacia el camino de la mente cerebral. ¡La historia del mundo es extrañamente cíclica!”
Siguiendo el hilo de lo que escribió Schwaller entonces inequívocamente nuestro tiempo se ubicaría como un reflejo, bastante decaído, de los primeros siglos de esta era, en donde el cristianismo se enfrentaba al gnosticismo, cosa que hoy parece reeditarse con la aparición del transhumanismo y poshumanismo
Consideración sobre la similitud entre gnosticismo y transhumanismo.
Ese movimiento que aun hoy parece extraño y que tuvo un momento de “apogeo” entre el segundo y tercer siglo de esta era, y que se reedita en el siglo XVI, es al que llamo gnosticismo; para diferenciarlo de la gnosis. Este movimiento en los primeros siglos nació de una mezcla entre la sabiduría egipcia, verdadera gnosis, y otras corrientes de pensamiento como el neoplatonismo. Es por tanto una forma decaída de una tradición mucho más antigua, que desde nuestro punto de vista, sería el vivo ejemplo de la tradición primordial; que para occidente tiene su cuna y ápice en Egipto; mezclada con diferentes conceptos posturas e ideas, esto nos dejó movimientos como los Valentinianos y Marcionitas que más allá de su supuesta búsqueda por el conocimiento terminaron en simples grupos reaccionarios a la iglesia, mismo sucedió con aquellos que después de esos grandes hombres que fueron Ficcino o Picco, en los siglos XV y XVI, y que al no poseer la altura intelectual de estos últimos terminaron también atrincherándose y convirtiéndose en reaccionarios en contra de la iglesia, son a estos que tornaron la gnosis en una forma decaída y mal interpretada del conocimiento a los que se les agrupa en el término gnosticismo. Un problema al que nos enfrentamos al encarar estas líneas es que no se tiene un apelativo para ellos, por tanto, se usa de forma indiscriminada el termino gnósticos. Sin que el objetivo de que estas líneas sean el de preservar tal confusión, es importante que en las ideas que nos proponemos a exponer el termino gnóstico se entienda como el reaccionario decadente y no del sabio que posee el conocimiento revelado.
Por lo general los seguidores del gnosticismo entendían que la presencia del hombre en este plano era una rotura de la unidad y su lucha era la de recomponer esa unidad en su forma original lo que implicaba para ellos un esfuerzo titánico en contra de la naturaleza y sus fuerzas, se reconoce así a la materia como ser ajeno a Dios por tanto un principio en sí que debe ser combatido.
Siendo esto considerado de esta forma no se reflexiona en el error de la caída asociado al libre arbitrio humano, sino que se alega a la creación la categoría de un accidente, el hombre en su paso por el mundo es un accidente, que tiene su origen por el ánimo de la fuerza maligna (materia) de vencer al bien (espíritu), así el gnóstico ( o aquel relacionado al gnosticismo) ve y vive este “accidente” no solamente por ser otra cosa con respecto al medio en el cual se encuentra, sino también en cuanto a su consistencia por ser la existencia de algo que es preludio a una liberación que debe ser conquistada. Y esta liberación traída al plano material es no más que un ejemplo del decaimiento de la tradición a causa de esto hombres y su interpretación material, dado que en el esoterismo la liberación solo puede ser alcanzada luego de que el ser haya retornado al estado Edénico y no desde la existencia terrenal, este aspecto solo ha sido logrado por unos pocos, verdaderos aventajados, reconocidos como “Santos” en sus respectivos tiempos y tradiciones, y son aquellos que verdaderamente estando con los pies en la tierra vivían ya en los cielos.
En la actualidad es este mismo accidente de la condición humana el que es entendido y experimentado por el pensamiento trans y poshumanista. Por eso el estar en el mundo permite la plena maleabilidad del cuerpo, que no es otra cosa que pura posibilidad y contingencia bajo la consideración de que aquello que el cuerpo puede prometer y alcanzar esta más allá del mismo. Es así que nos enfrentamos a una contradicción ya que la liberación transhumanista acontece más allá del cuerpo, pero bajo la consideración que el transhumanista no cree en nada más allá del mundo físico, por tanto el cuerpo se presenta como una extensión, decaída, del pneuma, consideración nacida del ignorar a este último, en definitiva, se trata de una recomposición y reprogramación del mismo mediante la verdadera naturaleza del yo, que es completamente ignorada, de allí los peligros del transhumanismo, que abarca una dimensión transcendental que ellos obstinadamente se empeñan en negar. En ambos casos se trata de actitudes “enemigas del cuerpo, al que sólo se ve como fuente de limitaciones, como un lastre que aparta al hombre de su más alto ideal”[6]
Las cosmovisiones transhumanistas y gnósticas (gnosticismo) no dejan de ser la búsqueda de un escape o ida de una condición vital inferior, injusta e insoportable. Por un lado, tenemos la caída, vista desde el gnosticismo, en el mundo de la materia, y por el otro, el transhumanista ve la esclavitud del cuerpo y sus pesares, en ambos casos, el objetivo es el mismo la vida corporal debe ser superada ( la seducción de la serpiente se repite). Es entonces que semejante conciencia de sí parece incompatible con la vida misma, no puede existir un ser realizado completamente en el conocimiento de sí y vivir en este mundo ya que se configura como una facticidad inasumible e impermisible, encontramos entonces lo que aleja el gnosticismo de la verdadera búsqueda del conocimiento, el que posee la gnosis no puede ya estar aquí, y es eso lo que choca y los aleja de la gnosis egipcia antigua ( Al-Kemi para Schwaller de Lubicz), o la gnosis cristiana ( que hay una clara y concreta como expone Jean Borella y que San Clemente de Alejandría junto con Orígenes son sus exponentes) o la gnosis Islámica Sufí. Y es a partir de aquí en que el paralelismo del gnosticismo y el transhumanismo puede ayudar a entender las causas y origen más profundo del segundo, que en definitiva más allá de la diferencia en lenguaje y concepto, se trata de una cosmovisión que remonta a una misma insatisfacción radical con el ser, en el caso transhumanista transportado al cuerpo, ya que el ser para ellos es algo relativo y epifenómeno de la materia, y que se expresa en la limitación del cuerpo por el cansancio, el declive, la enfermedad, la vejez y sobre todo la muerte.
Tenemos que mantener también en consideración que el gnosticismo se ha centrado en temas de carácter religioso y cosmológico, en este la trascendencia y lo que esta más allá de lo material; reino del espíritu; aparece en primera persona mientras que el transhumanismo, ocupándose de técnicas aplicadas al cuerpo y a la mente, la trascendencia y el mundo del espíritu se encuentra en forma velada, en un trasfondo que los promotores de este parecen ignorar intencionalmente. Sin embargo, ambas posiciones son respuesta a planteamientos profundo acerca del lugar del hombre en la creación y como responder a la angustia que trae consigo la vida. Así en el fondo de ambos planteamientos en su profundidad se encuentra una insatisfacción, evidente, respecto al orden natural existente, es así como puede verse al gnosticismo y al transhumanismo como dos caras de una misma moneda, pero desde el punto de vista de quien escribe; el segundo sería el resurgir del primero de forma decaída y fuertemente materialista, es decir la incidencia en un error repetitivo que parece maximizarse en si mismo. De esta forma se percibe como, y sobre todo en el transhumanismo, el orden natural es caduco, finito y se juzga como otro o lo ajeno respecto a la percepción de sí, por tanto, esto ajeno tiene que ser modificado a la medida de la codicia humana hasta consecuencias insospechada solo para el mantenimiento cómodo del hombre en esta esfera, ya que, como base del pensamiento nihilista del transhumanista, más allá de esta vida no hay nada…
Por tanto hoy día estamos otra vez ante la situación experimentada hace casi dos mil años, en aquel momento había un conjunto de pensadores, cristiano y pagano ( con figuras destacadas como San Agustin, San Irineo de Lyon, o por el lado pagano Plotino, Porfirio), que hizo frente a la aberración que planteaba el gnosticismo, que en aquel entonces como ahora plantea un dualismo acérrimo que juega a mantener al ser humano en la ignorancia sobre la unidad en la multiplicidad, una multiplicidad que es contenida en el Uno, ignorancia que jugaría a favor de pocos y que hoy día está siendo aprovechada para imponer cambios en la naturaleza del cuerpo para beneficio de un grupo muy reducido que se impondría sobre el resto “imperfecto”, ya que aquel que al no ser “purificado” en el nuevo “bautismo” de la modificación del cuerpo, quedará como un paria o como un no “iniciado” y por tanto fuera de la gnosis decaída que plantea el transhumanismo[7]. Así nos conseguimos que estamos en una posición desventajosa respecto a hace dos milenios, ya que al no contar con pensadores de altura el transhumanismo tiene camino abierto y está avanzando cada vez más rápido.
Así el gnosticismo y el transhumanismo no es otra cosa que una revolución, entendiendo por este término la irrupción de lo de abajo hacia arriba, desde la tradición el orden es de arriba hacia abajo, lo de arriba y superior contiene y entiende a lo de abajo, nunca a la inversa, en la revolución lo de abajo intenta subvertir el orden tomar la posición de lo de arriba por tanto el resultado siempre es el mismo, desorden y caos, bajo esto el transhumanismo es la revolución de aquellos que quieren subvertir el orden con una revolución desesperada por las premisas que la preparan, violencia desencadenada sobre la materia, en vez de tratar de paliar la angustia y la incertidumbre presente en lo terrenal, y terminan acrecentándola desmedidamente, pues la materia se resiste a su aniquilación o modificación, llevándonos a atisbar el posible completo fracaso del transhumanismo y poshumanismo por su propio desarrollo. Al ser incapaz de comprender y en cierto modo superar las razones que conduce a su desesperación, la revolución del gnosticismo crea mas desarraigo y soledad, como se atestigua hoy día en las nuevas sociedades anónimas que estamos presenciando, esta desestructuración esta ya presente y esta promesa del poshumanismo es hoy realidad. Y es que al final de cuentas, la reconversión de lo humano en red y datos no dice nada sino la pura materialidad de la cual intenta escapar (irónico), por tanto, el éxito de las instancias transhumanistas, como en su momento las del gnosticismo, coincide también con su estrepitoso fracaso
Evidencias del cambio de Eras.
Por lo expuesto, entonces no cabe duda en que estamos en una etapa, dentro del tiempo espiraloide, que rememora en un estadio inferior lo vivido hace 2000 años, pero ¿podemos tener de esto alguna evidencia? Me parece que es Schwaller quien nos da las claves para dar una respuesta. A fuerza de observación y reflexión de sus hallazgos en Egipto nos explica las evidencias de los cambios de eras y como estas han impactado en la forma de vida del ser humano, el siguiente texto tomado y traducido de la obra le Roi de la Thécratie Pharaonique, nos habla de los cambios de eras y las modificaciones políticas, religiosas y sociales en el antiguo Egipto y de cómo se están repitiendo de nuevo, hago énfasis (en negritas) de aquellas situaciones que son hoy comunes :
En “una época de tal destrucción, entre el final y el comienzo de un tiempo, sólo puede explicarse a la luz de crisis similares. la existencia de tal período precisamente se observa al final de la época de precesión de tauro (las dinastías VIII a X), así como al final de la época de Aries, en el momento del paso a la era cristiana; y nuevamente vemos el comienzo de una crisis idéntica durante la presente época de paso de piscis a acuario. Los mismos síntomas los caracterizan: una democratización que echa en el olvido los logros de la época de los reyes y repudia una metafísica religiosa; el desorden social, además, suele ir acompañado de perturbaciones climatológicas y telúricas
Racionalmente, no es comprensible cómo el solo hecho de que el punto vernal apunte a una constelación (es decir, una región del cielo estrellado) puede producir tales fenómenos al pasar a un nuevo sector. el hecho, sin embargo, permanece y puede ser verificado.
Debemos imaginar una crisis igualmente grave por la misma razón durante el paso del punto vernal de Géminis a Tauro, momento que se sitúa hacia el año 4200 A.C. la primera dinastía conocida como histórica muy probablemente se sitúa unos 700 años después (durante el segundo decanato de tauro), alrededor del 3500 a.C. a partir de esta primera dinastía se observa un culto establecido dedicado al principio del toro; el culto anteriormente dedicado a los gemelos (Géminis) como lo demuestra el montículo en el suelo virgen de Medamud, así como la costumbre del entierro en posición fetal, cesan a partir de ese momento.
Paralelamente a esta hipótesis, observamos un repentino y glorioso renacimiento similar al comienzo del culto del Carnero de Amón en la época de Sesostris III, hacia 1900 a. C., unos tres siglos después de la transición de Tauro a Aries. Asimismo, la instauración definitiva del cristianismo en el año 325 d.C., bajo Constantino, con la proclamación del cristianismo como religión de estado…
Si bien los hechos históricos confirman estos extraños movimientos religiosos y sociales, no explican la relación que pudiera existir entre estos fenómenos y el solo hecho de la transición del punto vernal de una región celeste -señalada por un grupo de constelaciones- a otra…
Carecemos del conocimiento de las influencias zodiacales sobre el fenómeno vital, aunque parece que tal ciencia debe haber existido. en efecto, ¿por qué razón o mediante qué razonamiento se habría establecido el zodíaco, atribuyéndole a cada signo un carácter planetario, elemental y psicológico? Este no es un resultado meramente aleatorio, ni es el resultado de una sistematización o una vana especulación. Es cierto que los hombres de sabiduría han afirmado la existencia probada de una disposición sistemática del zodíaco sobre la base de la ciencia sagrada. Este zodíaco ha existido en todos los tiempos; era conocido en China, India, Caldea, Egipto, probablemente entre los mayas… y hasta en nuestra Edad Media como atestiguan figuraciones de signos zodiacales no los pórticos de catedrales medievales.”

No queda duda entonces que estamos en los pasos de un cambio de era, y parece estar señalado por el paso del punto vernal de piscis a acuario, el caos que presenciamos hoy, entonces, responde al mismo de eras anteriores, es importante subrayar que, como dice nuestro autor “el desorden social, además, suele ir acompañado de perturbaciones climatológicas y telúricas” recordemos que Schwaller escribe esto entre 1959 y 1960 en aquel entonces no se hablaba de calentamiento global ni nada parecido .Como nos ha demostrado la historia, sobre todo en el siglo XIV, la postura mental y espiritual del hombre parece afectar el entorno, y es más probable entonces que estamos afectado el clima con nuestra forma de vivir, pensar, y de creer (nihilismo imperante) que por el hecho de producir emisiones de un gas que es NECESARIO PARA LA VIDA, por tanto estamos ante las características claras de un cambio de era.
El cataclismo final:
Por ultimo hay algo que es importante señalar, hoy día nuestra sociedad carece de referentes, no hay hombres ni mujeres que sean referentes en cuanto a su cualidad espiritual, moral e inteligencia, no hay filosofía, no hay maestros, verdaderos, espirituales, no hay ya verdaderos artistas en comunión con el mundo del espíritu, en fin la humanidad esta como huérfana, porque ella misma se lo ha buscado, vivimos un muy oscuro sábado santo, y somos muchos los que esperamos el amanecer de ese domingo de Resurrección en el cual veremos que el Verbo está vivo y Él nos cobijara de nuevo, restaurando así el orden, esta época inevitablemente es una de transición.
Andre Vandenbroeck en su libro, Al-kemi, casi biografía de Schwaller, nos da una reflexión sobre el propio Schwaller; y está asociada a la clave de entendimiento de antiguos textos, la cual estaría fuertemente relacionada a aspectos que van más allá de la simple habilidad humana y capacidad de entendimiento, y que pareciera que su disminución estaría hoy siendo necesaria como parte de este nuevo cambio de ciclo en el que estamos inmersos, lo que explicaría la cada vez más preocupante disminución del intelecto y capacidad de pensar en nuestros contemporáneos, por tanto estamos inevitablemente caminando hacia un destino que no seria otro que un cataclismo, nuestro comportamiento y acciones nos llevaría inevitablemente a ello. Esto mismo nos lo explican otros hermetista como aquel anónimo que escribió la Concordancia Mítico Cabalo Hermética o el mismo Fulcanelli en los tres últimos capítulos de su obra las Moradas Filosofales, el cual se atreve a revelar que en el gran año platónico existen dos ventanas de grandes renovaciones, cada 12 mil años, una se produce por agua y la otra por fuego, si consideramos que hace unos 12 mil años hubo un gran cataclismo, como demuestra la salida del younger dryas, y que parece ser la base del mito del diluvio, entonces estaríamos inevitablemente a las puertas de otro cataclismo… pero de fuego. El siguiente texto es tomado de la obra antes citada, hago de nuevo énfasis en aspectos claves que estamos hoy viviendo
“Recuerdo varias veces que pasé horas leyendo un pasaje corto, incapaz de liberar el significado de sus ataduras sintácticas, pero siendo inmediatamente liberado de este calambre mental por la mera entonación del texto que le daba Aor [nombre de iniciado de Schwaller de Lubicz] al leer y dar la interrupción necesaria en medio de la oración, posibilitando a un fragmento revelar su significado. Tal sagacidad será difícil de encontrar una vez más en nuestro tiempo… Aor opinaba que las condiciones esenciales para la realización de este trabajo [revelación del conocimiento profundo presente en los textos antiguos] se estaban deteriorando rápidamente, y que las perturbaciones atmosféricas pronto harían imposibles la ejecución de aspectos completos de este trabajo en la mayoría de los lugares del globo, y es una indicación, según él, de que ciertas potencias se habían retirado del estado actual del planeta, condenando allí a la humanidad a cataclismos inevitables. Habría sobrevivientes, y se entendía que se haría un nuevo comienzo… no parecía haber ninguna duda que en su interior él era el último depositario de la línea pitagórica del mes de precesión en piscis”
Recomiendo para seguir en el tema de los ciclos y los cambios cataclismicos las entrada de este blogEl Molino de Hamlet, El Molino de Hamlet (II)
Jhon Carrera
[1] Los momentos que vivimos y las situaciones que discurrimos nos ha llevado, a algunos, a reunirnos con aquellos estudiosos de la tradición, que buscan vislumbrar el posible futuro que nos depara. Esta entrada va para los amigos del círculo perennialista, que, en reuniones en el bunker, hemos tenido momentos de sana y fructífera discusión sobre lo que me propongo a tratar, para ellos mi saludo, admiración y respeto
[2] Platón. Timeo
[3] Libro de Daniel cap 2
[4] Extracto de una conversacion entre Schwaller y Andre Vanderbroeck tomado del libro biográfico sobre la vida de Schwaller Al-Kemi, pag 52.
[5] Edicion en ingles Sacred Science: The King of Pharaonic theocracy
[6] Diéguez, Antonio. Transhumanismo. La búsqueda tecnológica del mejoramiento humano. Barcelona: Herder.2016
[7] A este respecto basta con escuchar al Sr Yuval Harari para reconocer que esto que decimos es el futuro que desea esa minoría poderosa https://www.youtube.com/watch?v=RUIKxDwXnRM